Hoy volvemos a sumergirnos en el delicioso mundo de la gastronomía venezolana, pero esta vez específicamente en sus pescados y las recetas que se pueden preparar con ellos, esas que brillan con luz propia a lo largo de esta Semana Santa.
Así que prepara tus papilas gustativas, porque te llevaremos en un viaje culinario que te hará sentir como si estuvieras en las costas de Venezuela.
EL PESCADO EN NUESTROS MARES Y RÍOS
Semana Santa en Venezuela es sinónimo de tradición, religión y, cómo no, ¡rica comida!
Durante el Viernes Santo, la tradición católica dicta abstenerse de carnes rojas, y aquí es donde los pescados venezolanos y sus distintas preparaciones, se llevan el protagonismo.
Y es que aquellos que aman todo lo relacionado con el mar, no sólo tienen el sol, la arena y el agua para disfrutar, sino también un delicioso producto que puede consumirse de innumerables formas; además, el pescado es una importante fuente de minerales, ácidos grasos, vitaminas y Omega 3, que benefician nuestra salud.
En Venezuela, tenemos una importante variedad de peces para el consumo y aquí te contamos sobre algunos de ellos muy conocidos… aunque otros no tanto:
- LA CORVINA: El Rey de los Mares Venezolanos
La corvina es una elección popular en Venezuela para estos días santos.
Este pescado, famoso por su carne blanca y su sabor suave, es perfecto para una variedad de platos, desde guisos hasta parrillas.
- LA SARDINA: Pequeña pero Poderosa
Las sardinas son un clásico en la mesa venezolana durante Semana Santa y, aunque son pequeñas, estas criaturas del mar están cargadas de sabor.
Puedes encontrarlas fritas, en escabeche o simplemente asadas.
¡Una verdadera delicia para el paladar!
- EL MERO: Un Gigante Sabroso
El mero es otro favorito para el Viernes Santo.
Su carne firme y sabrosa lo hace ideal para ser preparado en guisos o a la parrilla.
Un plato de mero acompañado de una arepa caliente y una ensalada es todo lo que necesitas para sentirte en el paraíso.
- EL CARITE: Un Gigante Sabroso
El carite, típico del estado Falcón, es famoso por tener una piel de color gris y ausencia de escamas, pero especialmente por su carne blanca y sabor intenso, que no necesita mayor aderezo para ser disfrutado.
Por su gran tamaño, es ideal para prepararlo en sancocho, aunque también se come frito, al horno o a la parrilla.
- LA SAPOARA: la coqueta de Ciudad Bolívar
“Llegando a Ciudad Bolívar me dijo una guayanesa, que si comía la sapoara le cortara la cabeza; me la comí, qué atrocidad, puse la torta por mi terquedad”.
Dice el mito que quien prueba la sapoara, se enamora de una guayanesa y seguramente también de su deliciosa carne (¡la del pescado, mal pensados!).
Para comer frito, relleno, asado o en sancocho, este rico pescado de escamas reflectantes y aletas anaranjadas, hasta tiene su propia feria anual, cada agosto, en el Estado Bolívar.
- LA TRUCHA: Delicias Andinas
La trucha, familiar de los salmones, es común en los Andes venezolanos y se destaca por su bajo contenido de grasa.
Capaz de vivir tanto en aguas de corrientes rápidas, como en las lagunas del frio páramo, la Trucha es un pescado de sabor sabroso y particular, se prepare en escabeche, ahumado, al horno, a la plancha, o rellena.
- EL MOROCOTO: El Exótico del Orinoco
Otra especie de agua dulce, cuya carne es calificada como exquisita por los expertos culinarios.
En la Gastronomía típica del Estado Delta Amacuro, el Morocoto suele prepararse guisado con coco y acompañarlo de una bola de plátano.
CONSEJOS PARA DISFRUTARLOS
Frescura, ante Todo:
Asegúrate de que el pescado que elijas esté fresco; ojos brillantes y olor a mar son señales de frescura.
Maridaje Perfecto:
Combina estos platos con un vino blanco o una cerveza ligera para realzar su sabor.
Variedad de Preparación:
No dudes en experimentar con diferentes recetas. Los pescados venezolanos son versátiles y se prestan para una variedad de preparaciones.
5 RECETAS PARA NO PECAR
Son innumerables las elaboraciones que pueden encontrarse en el recetario venezolano, para disfrutar de una buena comida en esta Semana Santa.
Desde un buen sancocho de pescado o una fosforera oriental, pasando por un sencillo y crujiente pescado frito, acompañado de tostones, hasta un plato menos autóctono como el ceviche, estas son recetas que nos dejan con ganas de repetir, sin sentir que estamos cometiendo un pecado capital.
Pero hoy hablaremos de cinco preparaciones en particular, de diferentes regiones del país, que además de alegrar nuestro paladar en la actualidad, nos harán volar a cualquiera de esos rincones costeros que visitábamos, cuando llegaba alguna fecha estival.
Pastel de chucho:
El pastel de chucho es un plato riquísimo y muy representativo de la gastronomía de la perla del Caribe: la isla de Margarita.
Se caracteriza por su capa de relleno a base de chucho, un tipo de raya muy apreciada en la región, mezclada con plátanos maduros fritos, que aportan un toque dulce y una textura suave, elementos que se unen con una capa de papelón rallado y queso blanco duro, creando un contraste fascinante.
Una de las claves de este plato es su preparación en capas, similar a una lasaña o pasticho, que luego se hornea hasta obtener una corteza dorada en la superficie, lo que añade una textura crujiente que complementa a la perfección la suavidad del relleno.
El pastel de chucho no es solo una comida, es una expresión de la cultura y la historia de la Isla de Margarita, un plato que encanta tanto a locales como a visitantes y que sin duda merece ser reconocido y apreciado en el mundo culinario.
Mojito en coco
¡Llegó el maracucho!
El Mojito en coco es un plato hecho con pescado desmenuzado, que se mezcla con leche de coco y muchas especias, para un resultado exótico y delicioso; el cazón suele ser el pescado más común para hacerlo, pero también se puede usar cualquier pescado blanco firme, como la corvina.
Primero, se hierve y luego se deshace en pedacitos; después en aceite con onoto se sofríe cebolla, tomate, ajíes, pimentón, ajo y cebollín y finalmente la leche de coco, que se mezclará con el pescado desmenuzado.
Hay recetas que varían, incluyendo encurtidos en mostaza, aceitunas y alcaparras, huevos y papas sancochadas y, en algunos casos hasta pasas para un toque dulce… supongo que aquí los puristas tendrán mucho que decir, pero así funciona la creatividad en la cocina.
En la mayoría de los casos, el Mojito en coco te lo servirán con arroz blanco, tajadas o tostones y queso blanco… ¡y a comer que se enfría!
Pescado “embasurao”
Esta otra receta zuliana, tiene sus raíces africanas bien definidas.
Suele prepararse en tiempos de Cuaresma y para un menú completo lo acompañan con ensalada, yuca o tostones, un papelón con limón bien frío y, de postre, un dulce de hicaco, limonsón o piña con lechosa.
El pescado “embasurao”, lo preparan con lisa del lago, carnosa y con pocas espinas.
¿Y cómo se embasura? Fácil:
Se sofríe pimentón, ají dulce, cebolla, perejil, ajo porro, zanahoria cortada en cuadritos, coco rallado y, cuando se puede, camaroncitos, todo en abundante cantidad pues este guiso es el que se usa para el relleno.
Se le da sabor con sal, mostaza, soya o lo que el cocinero de turno decida y para la cocción se envuelve en hojas de plátano y se lleva al horno o mucho mejor, se hace a la parrilla con leña o carbón.
Está espectacular y, como buena receta zuliana, contundente.
Gamitana Rellena
En la región del Amazonas, donde los ríos rebosan de vida, este plato es una celebración de la naturaleza y la abundancia.
La gamitana, conocida en otros lugares como la Cachama, es un pescado con un gusto increíble, grandes espinas, y es super popular en la región en todas sus formas: frito, al carbón, en caldo, o sudado.
Pero hoy nos compete la rellena, que lleva arroz, verduras y finalmente es horneada.
Primero, adobas el pescado con sal y tus condimentos favoritos, luego, preparas un guiso con cebolla, pimentón, ajo y las especias, que mezclas con arroz, verduras, aceitunas y cilantro.
El próximo paso es rellenar la gamitana con esta mezcla y, una vez rellena y cosida se hornea, dejándonos como resultado un plato espectacular, que normalmente se sirve con patacones, yuca y un buen ají.
Corbullón de mero
Este plato con un toque francés y un swing tropical, es como un abrazo cálido del oriente de Venezuela, donde el mero, es el héroe del cuento.
Aunque se origina en tierras francesas, el corbullón se funde con nuestra gastronomía, en el momento en que los primeros corzos que llegaron a América, se establecieron en lugares como Carúpano y mezclaron las recetas que traían en su equipaje, con los sabores y colores locales, como nuestro querido ají dulce.
De esta forma se creó una fusión de sabores, que una vez más reflejan la diversidad de la cocina venezolana.
La receta del Corbullón de mero es bastante sencilla, aunque requiere cierto tiempo para su elaboración, pues el pescado debe macerarse por lo menos por dos horas, con adobo, limón, pimienta y sal.
Luego de que este se haya impregnado en todo ese sabor, se fríe, para después agregarle un sofrito de cebolla, tomate, ajo, pimentón y ají dulce. Cuando ya a tomado consistencia, se le incluye vino, agua, aceitunas y unas bolitas de masa, con más ají dulce, y se sigue cocinando hasta que el líquido haya reducido y nos deje un guiso potente y sabroso.
UN VIERNES SANTO PARA RECORDAR
La gastronomía venezolana durante Semana Santa es una fiesta para los sentidos, donde el producto del mar es el protagonista indiscutible.
Desde la noble curvina hasta la humilde sardina, hay opciones para todos los gustos.
No te pierdas la oportunidad de disfrutar estos manjares y sumergirte en una tradición que va más allá del gusto, es un viaje a través de la cultura y la historia de un país rico en sabores y costumbres.
Esperamos que este viaje culinario por los pescados venezolanos te haya abierto el apetito y te haya dado ideas para tu propio Viernes Santo.
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Y recuerda, siempre hay un nuevo sabor por descubrir en las tradiciones de Venezuela…
¡Buen provecho, y nos vemos en la próxima historia culinaria!
