21 tipos y 1 forma de pedirlo: un cafecito, por favor

Para muchos venezolanos, el cafecito no es solo una bebida, si no una parte esencial de la vida y un trozo nostálgico de nuestro hogar… porque si hay algo que necesitamos para empezar o continuar la jornada, como Dios manda y estemos donde estemos, ¡es un buen café!

Un café con leche nos sirve para mejorar el desayuno, con un guayoyo demostramos cortesía y nos alegramos el día, con un negrito nos espabilamos después de un buen almuerzo y con un capuchino o con un latte de vainilla dulce, acompañamos el cuento que le echaremos a un amigo, en nuestro lugar de encuentro favorito.

Y es que la vida del venezolano, ha estado invariablemente atada a ese sonido del colar de una manga, del burbujear de una greca o del chirriar del espumador de leche, que despertaba a cualquiera.

EL CAFECITO HISTORIA DE UN SABOR ÚNICO

El hábito de tomar café es de esas cosas que ha estado ahí desde siempre y pocas veces no hemos parado a preguntarnos ¿cómo apareció en nuestra rutina? ¿De dónde viene? o ¿Por qué lo llamamos de determinada manera?

Pero como todo en esta vida, también esto tiene su particular historia.

Este elixir de color oscuro y aroma penetrante, llegó a nuestro país a principios del siglo XVIII y rápidamente se convirtió en un componente clave de nuestra economía y nuestra cultura.

Según las crónicas, fue en 1.730 cuando José Gumilla, un sacerdote jesuita asentado en la cuenca del río Caroní, llevó las primeras semillas de café desde el país vecino, extendiéndose desde ahí su siembra al resto de las regiones de Venezuela…  y a pesar de la fama del sabroso café colombiano, cuando hablamos de país vecino, nos referimos a Brasil, que en la actualidad sigue siendo el mayor productor de café del mundo.

Unos 50 años más tarde y, en los terrenos que hoy ocupan las urbanizaciones La Castellana y el Country Club, en la Hacienda propiedad de Bartolomé Blandín, se probó la primera taza de café cultivado en la capital.

Más adelante, la siembra se extendió hasta los valles de Aragua y luego se llevó hasta los estados andinos, donde se unió con el café que ahora si nos llegaba de Colombia.

Es tanta la historia que ha quedado sembrada en nuestra tierra, que el café estuvo incluso presente en la gesta de independencia de Venezuela, liderada por Simón Bolívar:

Entre los pocos registros que existen de esta bebida, hay una referencia de la época independentista de Venezuela, cuando nuestros próceres, al terminar sus reuniones de estrategias, terminaban dichos encuentros con un humeante guayoyo”, dijo en una entrevista, el Director de la Escuela de Café, Paramaconi Acosta.

Un siglo más tarde, alrededor de 1.919, se da el mejor momento que ha vivido la exportación de nuestro grano, cuando Venezuela logra posicionarse como el 3er productor principal del mundo, detrás de Brasil y las Indias Holandesas, con los alemanes, como el mayor consumidor de nuestro sabroso y aromático café.

Lamentablemente, en la década de los 50’s, cuando la industria petrolera gana todo el protagonismo, la mano de obra se ve desplazada hacia las grandes ciudades y hacia el ámbito de los combustibles, dejando a la industria cafetera en un segundo plano.

Finalmente, y aunque muchos productores siguieron trabajando, para aprovechar la alta calidad de la semilla autóctona, las regulaciones y expropiaciones en periodos recientes, contribuyeron a la desaparición del café venezolano, en el panorama internacional.

EL CAFÉ DE HOY

Dicen los expertos cafeteros que, en la actualidad, nuestro café no tiene un perfil definido, pero igualmente apuntan hacia la aparición de emprendedores que creen en el sector y que trabajan arduamente para la revisión, el redescubrimiento y el renacimiento del grano de café venezolano.

De esta forma, aunque su historia contemporánea ha sido complicada, nuestro café sigue dispuesto a mostrarle al mundo que tiene un sabor, un cuerpo y un aroma, de los que sentirse muy orgullosos.

DE PROFESIÓN BARISTA

Los venezolanos tenemos muchas maneras de pedir un café, aunque, con frecuencia, es el diminutivo el que engloba todas sus formas: “un cafecito, por favor”.

Luego vienen los detalles y las explicaciones, pero ese es otro asunto.

Es precisamente para poder complacer nuestros pedidos, que muchos profesionales han estudiado y obtenido el título oficial que les acredita como expertos en el noble y complejo arte de preparar un buen café.

En efecto, el año pasado se celebró en la ciudad griega de Atenas, la competencia anual World Coffee Championship (WBC) y fue Carlos Medina, un ingeniero venezolano afincado en Chile, quien ganó el primer premio como Barista de café filtrado.

Pero de la misma forma, es indispensable reconocer la inmensa cantidad de baristas autodidactas, que saben cómo darnos un café delicioso, de esos que no sólo calienta el paladar, sino también el corazón; artistas que saben cómo medir sin medidas, la cantidad de café, la combinación con otros sabores y la temperatura ideal, al mismo tiempo que mantienen con nosotros una distendida charla… porque eso también parte de nuestra cultura.

21 tipos y 1 forma de pedirlo: un cafecito, por favor

CON O SIN LECHE

Hay mil formas de nombrar los cafés en Venezuela, aunque los tipos más conocidos son:

CAFÉ NEGRO

  1. Negrito: Café fuerte, poca cantidad y con o sin azúcar, dependiendo del gusto de cada quien.
  2. Negro Largo: Igual al negrito, pero en mayor cantidad.
  3. Cerrero: Poca cantidad, alta concentración de café fuerte y sin azúcar.
  4. Carajillo: Café negro en poca cantidad, con un toque de ron, brandy, cocuy ¡y hasta miche!
  5. Guayoyo: Baja concentración de café y más de agua, con sabor dulzón.
  6. Guarapo: Guayoyo, pero en vez de usar azúcar se utiliza papelón.

Volvemos a mencionar fuera de lista, a nuestro Guayoyo, un café con un sabor suave, pero poderoso, muy típico de nuestros hogares y mal confundido con el café americano.

Al respecto, Paramaconi Acosta, quien también es Instructor autorizado de la SCA (Specialty Coffee Association), dijo: “El Guayoyo no es reemplazable, es único…  siempre digo que confundir guayoyo con americano, es como confundir una panqueca con una crepe o un shawarma con un burrito”.

CAFÉ CON LECHE

  1. Café con Leche: aproximadamente 70% de leche y 30% de café.
  2. Tetero: Mucha leche y apenas un 10% de café.
  3. Marrón: 50% de café y 50% de leche.
  4. Marrón Claro: Menos café que el marrón, pero no tan claro como el café con leche… más o menos 60% de leche y 40% de café.
  5. Marrón Oscuro: 70% de café y 30% de leche; este y el anterior, ¡sólo para expertos!
  6. Cortado: Café negro en poca cantidad, con un toque de leche.

CAFÉS ESPECIALES

Gracias a nuestra riqueza cultural, son múltiples las formas en las que nos gusta degustar el café, sea en casa, en una panadería, restaurantes y lugares de comida en general.

Por eso, además de las variedades de café, antes descritas, también nos hemos vuelto consumidores habituales, de delicias como las que se preparan en Panna:

  • Capuchino
  • Mocha
  • Colada
  • Extrashot
  • Cocoa Mocha
  • Candy Caramel Latte
  • Latte
  • Sweet Vanilla Latte
  • Seasonal Latte

Sin duda alguna, tomar café está muy bien y es parte fundamental de nuestra rutina, pero lo mejor de todo es el momento, el lugar y la buena compañía con quien lo compartimos.

CURIOSIDADES CAFETERAS

El café no sólo es sabroso, sino también mundialmente famoso, ubicándose como la segunda bebida más consumida del mundo, después del agua.

Con estas condiciones, el producto no puede más que tener cientos de curiosidades; a continuación, sólo algunas de ellas, de carácter general y otras exclusivas del café venezolano:

  • Entre 1.600 y 2 mil millones de tazas, se beben alrededor del mundo en un solo día.
  • Estados Unidos es el país que consume mayor cantidad de café en el mundo.
  • Los efectos del café disminuyen cuando se mezcla con leche.
  • El capuchino lleva su nombre asociado al color de los hábitos utilizados por los monjes capuchinos.
  • El 29 de septiembre es el Día Internacional del Café.
  • El 24 de abril es el día del caficultor en Venezuela.
  • En ciertos períodos históricos, el café representó hasta el 50% de las exportaciones de Venezuela.
  • El Puerto de Maracaibo se creó especialmente, para contribuir con la exportación del café que se hacía en el país.
  • A principios del siglo XX, Venezuela era el 3er mayor exportador de café del mundo.
  • La vivienda principal de la Hacienda Blandín, donde se tomó la primera taza de café en Caracas, es donde hoy se encuentra la Casa Club del Country Club.
  • Ese café “aguarapado” que en Venezuela llamamos Guayoyo, tiene sus similares en otros países, con otros nombres: Colado en Brasil, Tinto (o tintico) en Colombia y Chorreado en Costa Rica.
  • El origen del término “Guayoyo”, guarda relación con un sonido indígena, que en teoría significa algo así como ‘agua sucia o manchada’”.
  • Durante el primer gobierno de Antonio Guzmán Blanco, en el año 1.887, el canario Bernardo González Palenzuela empezó a comprar granos de café, a molerlos, a tostarlos manualmente, a empaquetarlos y a venderlos de casa en casa, naciendo de esta forma su archiconocida empresa:

“Por el aroma yo lo sé, Fama de América, el mejor café”.

UN LAZO CON EL HOGAR

Para los venezolanos en Miami, encontrar un café que sepa como el de casa es esencial.

Restaurantes como Panna no solo ofrecen auténtica comida venezolana, sino también un café que evoca la calidad y el sabor del café que nos gusta consumir a los venezolanos.

Es, sin duda alguna, la parada perfecta para quienes buscan revivir sus recuerdos o simplemente disfrutar de un excelente café.

Cafecito

UN CAFECITO, POR FAVOR

El café venezolano es otro de los elementos culturales que define nuestros momentos, creando conexiones y reviviendo recuerdos de nuestros hogares.

Ya sea que estés en Miami buscando un sabor familiar o simplemente deseoso de explorar la rica gastronomía venezolana, el café venezolano es una experiencia que no te puedes perder.

Te invitamos a visitarnos en Panna, donde cada sorbo de café te acercará un poco más a Venezuela.

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